Shalom,
Creo que la inmunidad natural es más que suficiente para protegerme de todas las cepas del coronavirus porque el Salmo 139:14 me dice que “… asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son Tus obras, y mi alma lo sabe muy bien…” RVC”). Me ha protegido desde mi nacimiento hasta hoy.
Mi testimonio se refiere a cuando tuve covid en febrero/marzo de 2020. Aunque los resultados de mis pruebas salieron negativos, después de 7-9 días en el período de cuarentena, me enfermé con los peores síntomas parecidos a los de la gripe que había sentido, junto con una muy mala falta de aliento. Tenía miedo y no tenía a nadie cerca porque vivo sola. Mi madre me llamaba y orábamos diariamente. Citaba las escrituras de la Biblia sobre la sanidad, como Isaías 53:6 – “Pero él fue herido por nuestras transgresiones, magullado por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Sus llagas he sido curado”. Hice vapores tres veces al día y mantuve la ingesta de agua. Sufrí esto durante unas 3-4 semanas. Y luego, durante el resto del año, hasta noviembre de 2020, tuve pesadez en el pecho. Lo que aprendí de esto fue que el temor era la principal arma del virus.
Luego, en marzo de 2021, volvimos a estar en situación de bloqueo y se nos pidió que trabajáramos desde casa. El 18 de marzo de 2021, mientras trabajaba, sentí los mismos síntomas del año pasado. Así que pedí cita en la clínica de la empresa y fui a hacerme la prueba. El 19 de marzo de 2021, fui a hacerme la prueba del covid, y los resultados fueron positivos. Volví a casa y me puse en cuarentena.
El primer paso que di fue reprender y expulsar todo temor. Luego, me aseguré de vaporizarme durante 15 minutos cada mañana, mediodía y noche. Me sentía muy cansado, pero a pesar de eso, pasaba todo el tiempo que podía en oración y leyendo mi Biblia. También perdí el sentido del olfato y del gusto. Tenía un poco de pesadez en el pecho, pero no era tan grave como el año anterior. Sólo sentía la pesadez en el pecho cuando el temor intentaba volver. Entonces, cuando sentía la pesadez, empezaba a orar y a reprenderlo fuera de mi casa. Me aseguré de tomar mucha agua caliente con limón y jengibre, y de comer frutas, siempre que la familia podía traerme algunas. Me he recuperado bien y no tengo una pesadez persistente en el pecho como el año anterior.
El martes 5 de octubre nos aconsejaron que trabajáramos desde casa a partir del día siguiente, debido a un fuerte aumento de los casos de covid. El miércoles por la mañana me desperté con la cabeza pesada y con mocos. Reconocí los síntomas, así que pensé en ir a hacerme una prueba al día siguiente. Luego, al día siguiente, el jueves por la mañana, me levanté bien, sin ningún síntoma, y hasta la fecha me encuentro bien. El viernes por la mañana recibí un correo electrónico de una compañera de trabajo que me aconsejó que tal vez debería ir a hacerse un chequeo porque yo era su principal contacto. Leí ese correo, lo cerré y alabé a mi Elohim. Me dijo: “No tienes que ir a hacerte ninguna prueba: lo que he puesto en ti funciona perfectamente”.
Tengo fe en Yahvé, después de mucha oración y meditación en Su Palabra. Él me ha dicho que lo que ha puesto en mí (mi sistema inmunológico) es la mejor protección que tengo contra cualquier cepa de covid, tanto pasada como futura – Salmo 139:13-16. También creo que Yahvé ha proporcionado alimentos naturales para la salud y el mantenimiento de nuestros cuerpos y especialmente para mantenernos sanos. Así nos lo dice en Génesis 1:29.
Estoy asombrado por el Dios al que sirvo y que nunca me ha defraudado. Le alabo por ser ciudadano de un país que cree en Dios y tiene la libertad de adorarle libremente. El Salmo 8 es mi alabanza a Él: a lo largo del año pasado y hasta este año, sin medicación, me sané -utilizando remedios naturales que me enseñaron mi madre, mis tías y mis abuelas, pero en última instancia y principalmente confiando en Yahvé con la sabiduría sobre cómo cuidarme durante esos tiempos. Hasta la fecha estoy bien.
Molien Nano, Papua Nueva Guinea